Nota aclaratoria: Este blog y la distri terminaron hace años por pertenecer exclusivamente a Jaime Sanchez Martínez, perpetrador y perpetuador de varias agresiones machistas a diferentes personas en el Estado Español, por eso desde aquí se insta a la retirada de cualquier material editado y/o escrito por la misma.

¡Boikot al anarcomacho! ¡No más cobertura a actitudes patriarcales ni a machistas infiltrados!

domingo, 4 de julio de 2010

LOS PRIMEROS DÍAS SUELEN SER LOS MEJORES

Este texto se ha extraído del fanzine "Okupación: más que 4 paredes".

Cuando entras por primera vez en un espacio para liberarlo de las
garras de lxs especuladorxs y del capital, una fuerte emoción
recorre todo tu cuerpo (producto de estar saltándote las leyes del
Estado), no paras de limpiar, ordenar y planificar donde irá cada
cosa (dormitorios, sala de reuniones, cocina, comedor, sala de
proyecciones…) el primer día hay incluso gente que no puede
dormir.

Habitualmente los primeros días se duerme de forma comunal
(todxs juntxs en una o varias habitaciones) esto suele crear lazos
que comienzan a forjar la futura colectividad.
Al principio, es posible que sean pocas personas las que se pasen
por el lugar para limpiar, pintar, poner la luz, el agua… no por
ello hay que echárselo en cara a las personas que más tarde se
unan al proyecto o a quienes acudan a las actividades que se
realicen, ya que cada unx se comprometerá según sus
posibilidades o sus inquietudes (hay que respetar los diferentes
ritmos y aspiraciones de cada unx, pero si te comprometes a algo
trata de cumplirlo).

Conforme va pasando el tiempo se abandona la rebeldía nómada y
comienzas a regodearte del bonito lugar que estás construyendo y
poco a poco vas cediendo a una especie de aburguesamiento que
genera que cada vez cueste más realizar las actividades (al menos
disfrutando realmente de ellas) muchas veces se llega a hacer
calendarios en los que hay actividades a diario (o casi) durante los
primeros meses de okupación y esa intensa actividad va
disminuyendo paulatinamente.

Por eso volver a okupar otro espacio te devuelve la ilusión del
primer día, procura mantener esas ganas, alimentándolas,
visitando otros lugares, conociendo a otra gente e intentando
llevar a buen término tus objetivos y recuerda, la okupación no
debería de ser un fin en sí mismo, si no un medio desde el que
proyectar la lucha.