Este texto se ha extraído del fanzine "Libres de drogas".
De nada sirve dejar de lado las drogas sin dejar atrás también actitudes sexistas, pero cierto es también que bajo la influencia de ciertas sustancias el baboseo, el acoso y la discriminación en base al sexo de otra persona campa a sus anchas.
Hay muchas veces intentos de justificar estas actitudes vejatorias y abusivas porque “x” iba drogadx: “perdona a mi amigx, es que va super borrachx”. Puede que entendamos que una persona bajo los efectos de una sustancia se comporte de una manera diferente a la que muestra normalmente, pero entender no es aceptar o tolerar. Además que alguien no muestre una actitud sexista normalmente, y sí lo haga bajo efecto de las drogas sólo viene a descubrir una cara más de esa persona, que por cobardía o vergüenza no suele mostrar. Basta de excusas para encubrir agresorxs.
Hay que saber que no son sólo lxs agresorxs quienes participan de las drogas. También las personas agredidas pueden estar bajo el efecto de estas sustancias, esto en ningún caso (y recalco ningún caso) legitimará la agresión. Pero hay que tener en cuenta que drogadxs estamos más expuestxs, no tenemos nuestros reflejos al 100% y eso se nota a la hora de responder ante un/a babosx o acosador/a. De hecho hay casos en lxs que lxs babosxs drogan con o sin consentimiento (ten a la vista tu vaso, más vale prevenir) a lxs que ellxs consideran su presa o trofeo de esa noche.
No digo que tengamos que estar en un estado de tensión constante, pero sí preparadxs para defendernos nosotrxs y a nuestrxs compañerxs, y estar drogadxs nos quita esa capacidad de reacción rápida y sin piedad con lxs agresorxs.
A veces también confundimos desinhibirse con drogarse y desfase. Está bien dejar de lado prejuicios en las relaciones sexuales, pero no a costa de drogarnos como vía fácil para conseguir superar nuestros miedos.