Este texto se ha exraído del fanzine "Libres de drogas".
La gente que toma drogas, sin pensarlo y sin saberlo está financiando muchas más cosas de las que cree. Estaremos de acuerdo en que cualquier tipo de droga, ya sea permitida por el estado o no, es perjudicial para la salud de cualquier organismo vivo. Partiendo de ahí, nos daremos cuenta de que las personas que las consumen están mucho más expuestas a sufrir algún tipo de enfermedad o anomalía relacionada con las partes de su anatomía a las que afecte la droga consumida.
Otro de los aspectos en los que poca gente se detiene para recapacitar es a quien o quienes van dirigido todo el dinero que se produce del consumo de las drogas. Si indagamos sobre el tema de las drogas “ilegales”, veremos que detrás de un simple gramo de cocaína, de hachís o cualquier otra droga hay unas muy grandes consecuencias negativas:
La mayor parte de las plantaciones en las que se cultiva cualquier tipo de droga que venga de una planta, son empresas en las que hay un patrón/a que explota cruelmente a las personas que trabajan para él/ella. La materia prima se cultiva, se recolecta y se transporta a cargo de personas que necesitan dar de comer a sus familias.
Estas son unas labores que no están permitidas por el estado y por consiguiente lxs trabajadorxs que las llevan a cabo se juegan tanto sus libertades como sus vidas. Ponen en juego TODO por conseguir un poco de dinero. Naturalmente a lxs empresarixs de la droga esto les es indiferente, sólo quieren ganar más y más dinero como cualquier empresarix.
Pasamos a las aduanas. La droga tiene que pasar fronteras y por su puesto lxs jefxs adineradxs no van a ensuciarse las manos ni ir a la cárcel. Generalmente la droga que se consume en cualquier sitio del mundo, ha pasado por el estómago o cualquier otra parte de alguna persona que se jugó la vida y/o la libertad introduciéndosela o simplemente transportándola para pasarla. Pero no todxs corren la suerte de conseguir pasar sanxs y salvxs y ganarse un trozo de pan. A muchxs les coge la policía y acaban una larga temporada en la cárcel del país donde se les incautó. Hablemos también, por que no, de la cantidad de dinero que lxs policías corruptxs se ingresan aceptando los sobornos y haciendo la vista gorda…Esto también se podría evitar si no hubiera demanda. Después todo el mundo está en contra de la policía, pero se siguen drogando a su salud y beneficio mientras acaban lentamente con su salud y sus vidas.
El cambio climático del que todos los medios de comunicación hablan y del que todo el mundo ya está enteradx, también aunque en una pequeña parte, se lo debemos a la deforestación de selvas tropicales del sur de América o cualquier otro lugar, las cuales son utilizadas para el cultivo y posterior elaboración de ciertas drogas como la cocaína.
DROGAS “LEGALES” (alcohol, tabaco y fármacos)
Si hablamos de drogas “legales”, o lo que es lo mismo, permitidas por el estado, nos daremos cuenta de que muchas veces criticamos hipócritamente unas cosas mientras las alimentamos de otro modo que parece fantasmalmente oculto. Hablamos de los famosos alcohol y tabaco, pero algo realmente sorprendente es que la industria farmacéutica vende cualquier tipo de sustancia estupefaciente, adictiva y engañosa como el/la más audaz y perspicaz de lxs “camellxs” pero “legalmente”.
El estado cobra directamente del tabaco y alcohol unos impuestos millonarios. No nos paramos a pensar a qué tipo de cosas va destinado todo este dinero. Pues aunque parezca mentira, los sueldos que cobran los militares del ejército español (y digo español por estar en este estado, aunque en todos será así), además de todo el material, los sueldos extra que cobran cuando van de “misión humanitaria” a cualquier país en conflicto bélico, y por que no, también el combustible que se emplea en sus transportes y las balas que acaban en cabezas inocentes y de niñxs, TODOS son financiados con el dinero extra que la gente que fuma y se emborracha les regala. En los centros sociales muy poca gente está a favor de que haya ejércitos ¿NO? Bueno, pues la mayoría de esas personas siguen fumando y bebiendo insaciablemente.
Echando un ojo a algunos informes informados desde las filas de los más destacados ministerios, encontraremos que los beneficios que se les brinda a nuestros más valientes y honorables militares se salen de lo que podría llamarse una humilde economía:
Con los impuestos del tabaco el estado español se ingresa unos 7.000 millones de euros al año que van a parar a nuestrxs amigxs que visten de camuflaje.
Con los impuestos del alcohol el estado español se ingresa unos 10.000 millones de euros al año que también van a parar a nuestrxs amigxs camufladxs.
Estas estadísticas están hechas sin contar con que cada vez los impuestos son más altos y los ejércitos cada vez sofistican más su armamento y necesitan más dinero.
La industria farmacéutica es nuestra mejor “camella” particular. Nos vende cualquier tipo de medicamento artificial testado por medio de crueles experimentos en animales, a sangre fría y sin ningún tipo de anestesia. Desde siempre han existido plantas y/o remedios para curar las enfermedades que en mayor o menor grado nos preocupan y nos afectan.
El problema es que la especie humana cada vez tenemos más artilugios y tecnologías que por un lado nos proporcionan comodidad y bienestar, pero por otro lado nos afectan muy negativamente. Nos hacemos hiper-consumistas de la energía eléctrica que producen las centrales nucleares salpicantes de todo tipo de cánceres.
Estamos a todas horas pegadxs a un teléfono móvil que también nos puede proporcionar un avanzadamente cómodo y maligno tumor cerebral; sus antenas de ondas “telefónicas” no se quedan muy atrás. Las radios, las televisiones, los microondas, los ordenadores, los alimentos transgénicos, las emisiones de nuestros coches, la ganadería industrial y “casera”… y así un sin fin de negativismos que nuestras sedentarias, burguesas y supercómodas vidas nos proporcionan.
Los productos farmacéuticos no son precisamente remedios curativos de los que dependemos irremediablemente. No son la salvación de las enfermedades mentales o físicas. Son ni más ni menos, una receta para bobxs que se creen todo lo que las autoridades les meten con cuentagotas. Son una receta millonaria de la que tanto los estados como las empresas multinacionales que las fabrican, sacan unos beneficios que sobrepasan los límites pensados (habría que informarse de los destinos de dichos ceros a la derecha… ¿Hace falta hacerlo?). Todo esto haciendo la pertinente y bien posteriormente remunerada propaganda que se emite en televisión, para que las caras bobas de lxs carabobxs se queden boquiabiertas, deseando consumir salvajemente sus drogas permitidas por ellxs mismxs en el momento que les han dicho que deben hacerlo.
A fin de cuentas, las drogas “legales” no son más que una herramienta más que tiene el estado para tener dominadas a las personas, a la vez que se financian proyectos y opciones monetarias y personales que ellas mismas nunca han decidido. Les hacen pensar que por el hecho de poder elegir a su amo/a y señor/a tienen la libertad física y de expresión que falsamente les han hecho creer que significa.